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Día mundial del Vino Merlot: curiosidades de esta refinada cepa

Es una de las cepas más elegantes, refinadas y sofisticadas del planeta vino. Distinguida por su versatilidad y capacidad infinita para dar caldos equilibrados, armónicos y envolventes, la cepa Merlot es símbolo inequívoco de la máxima calidad enófila.

A tono con los festejos que conmemoran su Día Internacional, el 7 de noviembre, desandaremos algunas curiosidades relacionadas con esta uva que emociona a los paladares más exigentes de todas las latitudes.

Origen

Merlot es Francia. Y Francia es Merlot. El país galo atesora la mayor superficie cultivada con alrededor de 115.00 hectáreas, siendo Burdeos la región emblemática. De todos modos, a partir de su fama, su cultivo se extendió no solo en el resto de Europa, sino, también, en América, África, Asia y hasta Oceanía.

En el Top Five de países productores, además de Francia, sobresalen Italia (28000 hectáreas), Estados Unidos (22000 hectáreas), España (15500 hectáreas), Australia y Chile (10000 hectáreas cada uno).

La primera mención

El término Merlot fue mencionado por primera vez en el Siglo XVIII, en la zona bordeles del Libournais. Para ese entonces, ya era una de las variedades más importantes de toda Francia.

Sin embargo, sus orígenes remotos datan del Siglo XIV, cuando se conocía al cepaje con el nombre de “Crabatut Noir”.

Vuela alto

¿Sabías que Merlot debe su nombre a un pájaro? Se vincula con el término francés “merle”, que significa “mirlo”, que remite al color azulado del plumaje de este pájaro y afición a comerse las delicadas uvas en el viñedo.

Todo queda en familia

Hasta hace un puñado de décadas, no se sabía a ciencia cierta quiénes fueron los antepasados del Merlot. A fines de 1999, el científico austríaco Ferdinand Regner dio, a través de técnicas de análisis de ADN, con el padre: el Cabernet Franc. Y, diez años después, otro estudioso, Jean-Michel Boursiquot identificó a la madre: Magdeleine Noir des Charentes.

Durante muchos años, esta variedad se consideró extinta hasta que, por casualidad, se redescubrió una sola cepa en el año 1992. Este parentesco define al Merlot como hermano directo del Carmenere, Cabernet Sauvignon y Malbec.

1956, un año para olvidar

Febrero de 1956 se convirtió en un mes tristemente inolvidable.

En aquel momento, una fortísima helada afectó a Francia, destruyendo un sinfín de vides de Merlot y Malbec. El mal momento no terminó allí y los múltiples intentos de volver a plantar esta vid en los años subsiguientes fueron frenados por enfermedades y por las leyes, cuando en 1970 el gobierno francés prohibió toda nueva plantación de vides de Merlot. Este veto se prolongó hasta 1975, cuando se resolvió volver a cultivarlo.

Entre Copas (Sidewyas), la película que despreció al Merlot

Todos aquellos que hemos visto el film norteamericano Entre Copas (Sideways) recordamos la mala fama que le hizo Miles, el protagonista, a este noble cepaje. A partir de esta proyección, se generó un debate mundial, que se mantuvo a ritmo sostenido con el correr de los años.

Sideways ganó popularidad porque le dio al Merlot fama de “mal cepaje” y porque, además, promovió de manera explícita el consumo del Pinot Noir en detrimento de la uva símbolo de Burdeos.

Lo cierto es que, en definitiva, no influyó en el declive que experimentaba el Merlot por ese entonces (2005), pues se debía más al exceso de plantación y a la proliferación de malos vinos en el mercado.

El bello color del Merlot

Los vinos elaborados con la uva Merlot son, en general, secos, suaves y aterciopelados. Asimismo, en boca, los taninos son suaves, amables, dando vinos de cuerpo medio a completo, con tenores alcohólicos medios/altos y una acidez media, muy bien balanceada.

Los vinos de Merlot son armónicos, con notas aromáticas que nos recuerdan a cereza negra, mora, arándanos, frambuesa y ciruelas. Por supuesto, la crianza en tonelería tendrá influencia en el producto final. Así, el envejecimiento (especialmente en barricas de roble) resalta notas de cacao, vainilla, chocolate, clavo o cedro.

Poli funcional

Los Merlot sobresalen siempre como varietales o complementan otras cepas a la perfección en vinos de corte. Dato curioso: el vino de Burdeos más caro es el famoso Chateau Petrus y se elabora exclusivamente con este cepaje maravilloso. ¿El precio? No apto para mortales: entre 600 y 3000 euros la botella, según la añada.

En blends, el Merlot se entiende de memoria con Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. Juntos, son un auténtico elixir.

La combinación ideal

Todos los Merlot son distinguidos por su versatilidad. Son vinos gastronómicos, que van desde exponentes más ligeros a más corpulentos. A la hora de los maridajes, los más delicados irán de maravillas con platos ligeros a base de pollo, pescado o pavo. En cambio, los ejemplares con más cuerpo ya piden un buen corte de carne de ternera o cordero y, por qué no, un plato de legumbres.

En síntesis, la cepa Merlot de definitivamente fascinante. Ya sea en varietal o corte, nos sorprenderá siempre con su elegancia, complejidad, suavidad y aromas seductores. ¡Salud!

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