Alquimista, mago y genio que despierta un mundo de sensaciones inexplicables. El 7 de septiembre se celebra el Día del Enólogo y, en este contexto, te contaremos quién es y qué hace este profesional apasionado por el vino.
Un enólogo o enóloga es aquella persona que estudia el cultivo de la vid y la elaboración de vinos. Es el responsable principal de todos los procesos que se realizan en la bodega, desde que entra la uva hasta que sale el vino. Un winemaker (sinónimo muy utilizado en estos tiempos) es un auténtico asesor técnico que supervisa la elaboración, el almacenaje, análisis, conservación, embotellado y comercialización del vino.
En términos más poéticos, es una persona que nos ayuda a crear momentos inolvidables y nos da ganas de seguir descubriendo un sinfín de detalles que atesora una etiqueta de vino. Con tintes artísticos y una alta dosis profesional de gestión, el enólogo es el responsable directo de la genuinidad y la agradabilidad del vino.
Podríamos decir que esta figura central de la vitivinicultura es, en definitiva, un blend perfecto: 20% de romanticismo, sensibilidad y pasión; 20% de disciplina, orden y planificación; 50% de ética profesional, conocimiento y liderazgo; 10% de paladar gourmet y bon vivant.
Actividades de un enólogo
El enólogo/a está activo todo el año, de pé a pá, pensando en cómo encantar a los consumidores con sus próximas botellas. Si dividiésemos el año en tres partes, el período principal sería entre marzo/mayo, en que cual se vive la intensidad de la cosecha. Un viejo dicho asegura: “Enólogo que duerme durante la vendimia, no duerme durante el año”.
En la etapa invernal, entre junio y septiembre, generalmente aprovecha para viajar, promocionar y vender sus productos en ferias y exposiciones de reconocimiento local e internacional. Además, muchos enólogos participan en concursos y encuentros especializados relacionados con las tendencias actuales.
Entre octubre y febrero, en un calendario más que apretado de actividades, el enólogo piensa el vino desde el viñedo, en sintonía con el ingeniero agrónomo, y prepara la bodega para la próxima vendimia. A su vez, suele participar en los debates por los costos fijos o variables, con dirección de la bodega, y en los procesos de diseño del packaging con los gerentes comerciales.
Sommelier no es Enólogo
Es muy común confundir el rol del enólogo con el del sommelier. Para evitar confusiones, la Asociación Argentina de Sommeliers ensaya una definición muy atinada:
“Un sommelier es la persona que por sus estudios, conocimientos y experiencia es especialista en bebidas, incluyendo aguas, infusiones, destilados y licores, pero, por sobre todo, vinos. Actualmente, el Sommelier puede tener a cargo la selección y servicio de bebidas en un restaurante, o bien realizar catas, degustaciones y presentaciones en distintos ámbitos, además de ser crítico de vinos, escritor, educador y consultor».
En otras palabras, un sommelier lo podemos encontrar en bodegas, hoteles, restaurantes, tiendas… Es aquella persona encargada de realizar la selección de vinos a ofrecer, comprar las botellas, conservarlas correctamente y asesorar al cliente final en su elección.
El enólogo, por su parte, es la persona encargada, en las bodegas, de la elaboración técnica del vino y de la supervisión del proceso. Como expresamos anteriormente, su labor comienza ya en el viñedo, eligiendo el tipo de uva a utilizar.
Habiendo aclarado todas las dudas, ¡Feliz día del Enólogo/a! Y hasta la próxima.