Son muchas las actividades que en la actualidad tienen como meta primordial ofrecer productos de calidad y a su vez cuidar el medio ambiente. Las tecnologías que ayudan a la sostenibilidad del ambiente no han escapado a la industria vinícola. Y es por ello que en los últimos años han comenzado a colocarse ante la miradas del mundo los vinos ecológicos, que conllevan diversos cuidados desde la plantación, producción hasta colocarse en los escaparates de venta al público en vinotecas, restaurantes y hoteles.
El movimiento a favor del cuidado y preservación del medio ambiente no es nuevo en la industria de la vitivinicultura. En Sudamérica por ejemplo, se ha llevado a cabo una feria que ha conglomerado a los principales productores de vinos biodinámicos y naturales, en donde expertos en la materia han brindado conferencias y charlas con los asistentes. Desde la organización de la feria sostienen que «El mundo está en una etapa de repensar la agricultura en su globalidad, a relacionarla a otros aspectos de la cultura y considerarla esencial para el futuro de la humanidad»
Por eso, se ha invitado a participar del encuentro a expertos en biodinámica como Georg Meissner y Hans Supenkämper, a un reconocido productor y comunicador como Nicolas Joly y a Jonathan Nossiter, director de cine y escritor que considera al vino y a este tipo de agricultura, exitosos ejemplos de resistencia cultural.
Asimismo, en el marco de este encuentro se proyectó la película “Resistencia Natural”. del director Jonathan Nossiter, que revolucionó el mundo del vino en 2004 con su película “Mondovino” denunciando la estandarización del vino industrial y la pérdida de autenticidad. En su trabajo más reciente, y en el libro “Insurrección Cultural”, cuenta como los productores de vino natural han logrado crear una alternativa viva, radical y positiva a esa industria y de cómo esta revolución puede ser tomada como ejemplo en otros sectores de la cultura.
Cómo surge el vino biodinámico
El padre de la agricultura biodinámica es el austríaco Rudolf Steiner, que allá por 1924 dictó ocho conferencias en territorio alemán – hoy polaco -, sobre la necesidad de concientizar a la humanidad acerca de preservar y cuidar tanto la agricultura como la ganadería, evitando pesticida y demás agresores de la salud humana y animal. Steiner, en su filososía conocida como antroposofía, concibe a las granjas y bodegas como organismos complejos cuya dinámica natural incluye a los animales y al hombre, y los entiende como un todo holístico, un sistema cuyo equilibrio hay que preservar. Su actividad excedió la vitivinicultura, realizando además sugerencias para la renovación de muchas otras actividades, como la medicina, economía, arquitectura, ciencia, filosofía, religión y las artes.
Por otra parte, existe una organización llamada Deméter que posee la certificación oficial e internacional para que los vinos biodinámicos puedan llevar la etiqueta correspondiente.
Estándares de Deméter
El requisito previo más importante para la conversión es un interés activo en las leyes de la naturaleza y la voluntad de trabajar con ellas de forma creativa en sus actividades diarias. También es importante que esté abierto a una visión holística del mundo natural, que va más allá del conocimiento adquirido puramente de la ciencia natural. El sol, la luna y las estrellas, o las preparaciones biodinámicas no son las únicas influencias que se deben considerar. Trabajar con el método biodinámico – según su filosofía – dará como resultado nuevas experiencias derivadas de las interacciones con los reinos vegetal y animal.
La fertilidad del suelo y los procesos de vida se pueden fortalecer y armonizar mediante el uso de preparaciones especiales hechas de milenrama -planta medicinal con diferentes usos medicinales y beneficios para la salud- , diente de león, manzanilla, ortiga, corteza de roble y valeriana en procesos de compost, así como los preparativos para fumigación de estiércol de vaca y cuarzo finamente molido. Esto permite la autorregulación de las fuerzas activas en la naturaleza y produce una cualidad distintiva.
¿En qué se diferencian vinos ecológicos a los biodinámicos?
Los vinos ecológicos, se distinguen por estar realizados en viñedos que cumplen la certificación que básicamente restringe el uso de tratamientos de síntesis química para combatir las plagas, como herbicidas o fungicida.
Cabe destacar que en BordeRío se llevan adelante altos estándares para el cuidado del planeta y nuestra tierra, desde el cultivo, hasta el último eslabón del proceso productivo, e inclusive tenemos diseñado un espacio exclusivo como reserva ecológica. Si aún no has conocido nuestros viñedos y bodega, te invitamos a descubrir las experiencias que ofrece BordeRío, como El Día de Campo o la Visita Guiada con Degustación.
Allí podrás pasear por nuestro museo, y descubrir la historia de los viñedos en Entre Ríos, aprender los secretos de la fabricación del vino con explicaciones técnicas, y sumergirte en la arquitectura de nuestra increíble cava subterránea degustando nuestros vinos.