Capitales del Vino del Mundo

El vino es un producto tan noble como milenario. Desde las frondosas bacanales en la Roma Antigua a estos tiempos, siempre el líquido báquico fue motivo de celebración y brindis. Bebido de manera responsable y con moderación, une a los paladares sibaritas de todo el mundo.

Por supuesto, cada país elaborador tiene su propia historia, con su impronta marcada a flor de piel y sus tradiciones arraigadas. Por ello, cada región vitivinícola es un universo en sí mismo, con terruños diferentes y vinos con características únicas y muy especiales.

Con el objetivo de especificar estas particularidades, en el año 1999 nació la comisión de “Las Grandes Capitales del vino” (Great Wine Capitals). De este modo, desde entonces, se potencia con énfasis la vitivinicultura de aquellas regiones prestigiosas y multipremiadas, promoviendo su cultura y el enoturismo internacional.

¿Cuáles son las Capitales del Vino?

A continuación, sin repetir y sin soplar, el listado de las privilegiadas zonas que atesoran este ilustre título.

Burdeos, Francia. Emblema del mejor vino, con excelsos exponentes que han emocionado hasta las lágrimas, se destaca por sus blends a base de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot. Del Medoc a Saint Emilion, la ruta vínica está engalanada por elegantes chateaux con estirpe señorial.

Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Cuna del vino del Nuevo Mundo con el sello del Viejo Mundo. Su cultura enófila data del Siglo XVII, cuando comenzó a forjarse una profunda identidad del vino. Con el varietal Pinotage como símbolo nacional, los principales lugares de producción son Stellenbosch, Constantia y Frahschhoek.

Christchurch, Nueva Zelanda. En la isla sur de este pequeño gran países que atesora una incomparable naturaleza, se elaboran vinos de alta gama, modernos y pensados para el paladar actual. Sauvignon Blanc y Pinot Noir son los cepajes representativos de una nación cada vez más competitiva en materia de vinos.

Logroño, España. En el corazón de Rioja, Haro es el símbolo de un romance con el vino que viene desde hace más de mil años. Sobresale por haber sido zona pionera de la enología moderna, a mediados del Siglo IX. Hoy, todo gira en torno a la uva Tempranillo, que se destaca por imprimir profundo carácter a los vinos más famosos de España.

Mainz Rheinhessen, Alemania. Los teutones tienen una riquísima historia cultural, signada por los romanos, que introdujeron las primeras vides en un lugar con más de dos mil años de antigüedad. La bandera del vino alemán frente al mundo está izada bajo los encantos del Riesling, cepa blanca que aquí se da con una complejidad inigualable.

Mendoza, Argentina. ¡Cómo no emocionarse con nuestra querida provincia cuyana! A la altura de las otras capitales, es cuna del mejor Malbec y hoy es furor en todo el mundo por las características bien diferentes de sus sorprendentes subregiones. Desde 2005 integra esta lista de lugares top del vino.

Florencia, Italia. La Toscana no solo es cuna del arte más bello del planeta. Aquí, se elaboran vinos con historia y tradición, con la uva Sangiovese como motor principal (le da vida a los archi conocidos Chianti). Imperdibles pueblos son San Gimignano o Montalcino, entre ondulanciones y castillos medievales de ensueño, con cuidadísimos viñedos como perfecto telón de fondo.

Porto, Portugal. Si hablamos de vino emblemático es inevitable pensar en esta región que ha conquistado los paladares del mundo a partir de un vino muy especial, fortificado (mayor graduación alcohólica), que según su tenor sucroso, es ideal como aperitivo o en tándem con elaboraciones dulces en los epílogos de las comidas.

San Francisco, Estados Unidos. El Napa Valley es el auténtico Disney del vino. Emblema de los vinos modernos, del Nuevo Mundo, no solo sus etiquetas son de alto vuelo, sino que también es furor por sus lujosas rutas del vino. Los Chardonnay y Cabernet Sauvignon han sido reconocidos en todas las latitudes, incluso superando en una histórica competencia internacional a los vinos franceses.

Valparaíso, Chile. El Valle de Casablanca es uno de los más promisorios del mundo Su clima frío, entre las montañas y el mar, le dan una impronta totalmente diferente. Recomendamos degustar los Chardonnay y Sauvignon Blanc.

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