Una frase muy añeja en el mundo del vino, asegura que “en casa, por lo menos, tenemos que tener dos copas”. Pues, claro, degustar un líquido báquico en un vaso no tiene el mismo sabor que si lo hiciéramos en una copa. Tampoco lo podremos analizar de la manera más atinadas.
Pero, no todo termina aquí. Si queremos lucirnos frente a nuestros amigos y familiares, además de las copas, debemos tener en cuenta otros elementos que nos convertirán, por un instante, en un auténtico sommelier.
Como anfitriones, queremos que nuestros agasajados se deleiten con una experiencia sibarita. Que puedan relajarse, afín de compartir un momento que enaltezca la buena mesa. ¿Qué accesorios, entonces, se aconseja tener para que la experiencia sea completa y de alto vuelo? A continuación, recomendaremos los utensilios necesarios para quedar de maravillas en nuestro hogar.
Sacacorchos profesional o de dos tiempos
Práctico, útil y, además, el que utilizan los sommeliers. Su apertura es en dos pasos para facilitar el descorche. A través de una cuchilla dentada, se corta la cápsula por debajo del gollete (cuello) de la botella y, tras un corte transversal, se procede a sacar el corcho desde el resorte. El sacacorcho se gira en el sentido de las agujas del reloj y, con ayuda de las dos incisiones, se retira en dos etapas, con sumo cuidado, el tapón de alcornoque más famoso del planeta.
Termómetro
Siempre es recomendable servir el vino en su temperatura correcta, indicada en la etiqueta del mismo. De lo contrario, lo apreciaremos con los alcoholes desbalanceados. En este último decenio, picaron en punta los termómetros digitales, que se impregnan al cuerpo de la botella y dan información exacta y al instante.
Decantador
Si tenemos vinos pensados para la guarda, añejos o que no han sido filtrados, es imprescindible contar con este elegante recipiente de vidrio, que enaltece cualquier mesa con su mera presencia. El objetivo es doble: por un lado, que el vino “respire” y exprese todas sus cualidades. Por el otro, evitar que los sedimentos formados por el paso del tiempo o por la falta de filtrado pasen a la copa. Es decir, con el decantador separamos las partículas sólidas de los vinos añejos.
Corta gotas
Ideal para no dejar marcas violáceas en manteles blancos. Los corta gotas son anillos de madera o metal que se colocan en el cuello de la botella y cuentan con un revestimiento absorbente en su interior que, literalmente, “ataja las gotas”, facilitando un servicio prolijo de los vinos.
El otro formato (quizás, el más práctico y conocido) es el de las famosas láminas metálicas redondas y muy flexibles con las que se forma un cilindro que se introduce parcialmente en la boca de la botella. De este modo, se corta el flujo del vino sin producir la gotita que nos hace enviar el mantel a la tintorería.
Frapera
Mantener la temperatura correcta del vino a lo largo de una comida es clave. ¿Cómo lo logramos? Teniendo una frapera. La llenamos con hielo y agua y colocamos allí la botella para conservar la temperatura ideal de servicio. Si queremos recurrir a un enfriado rápido, podemos agregar sal gruesa (recomendación de viejo sommelier que ha trabajado en lugares con temperaturas tropicales).
Bomba de vacío
Si bien escuchamos con frecuencia “botella abierta, botella muerta”, es imposible beber una botella completa todos los días por una cuestión de salud y de responsabilidad. Debemos beber con moderación.
Por ello, cuando nos queda vino para “el día siguiente”, debemos tener a mano esta bomba de vacío, un accesorio que extrae el aire del interior de la botella para mantener por más tiempo las características organolépticas de los vinos, sin defectos ni notas “ajerezadas”.
Tapón dosificador
Tiene diferentes y prácticas funciones. En primer lugar, permite dirigir el flujo del vino hacia la copa y evita derrames (símil corta gotas). Lo interesante es que estos tapones presentan un sistema de cámaras de ventilación doble que propicia una óptima aireación del vino. Así, facilita su auténtica expresión en nariz y boca. Sirven, además, por si fuera poco, para tapar el vino sobrante y conservarlo en la heladera o en la cava climatizada.
Hemos visto que el set vínico completo. Todos en casa podemos lucirnos con un buen kit, que pondremos en práctica al mejor estilo sommelier, en nuestro hogar, con los seres más queridos. ¡Salud, anfitriones! Hasta la próxima semana.