¿Quién dijo que el vino sólo se bebe en invierno? Nada más lejos de aquella afirmación. La temporada estival nos invita a deleitarnos con blancos, rosados y tintos jóvenes, pero también con cócteles a base de vino que han picaron en punta en los últimos años.
En el último decenio, esta tendencia empezó a consolidarse en las mesas navideñas y findeañeras. Opciones frescas, frutas, versátiles y descontracturadas, a base del líquido báquico, se convirtieron (otrora impensado) en protagonistas principales de los “chinchines” familiares.
Lo cierto es que más allá de los clásicos Negroni, Daiquiri, Manhattan, Dry Martini, Margarita o el tradicional Old Fashioned, el vino también se suma a la escena principal de esta época festiva y nos sorprende en combinaciones interesantes y –por qué no- hasta exóticas.
El vino, el ingrediente estrella
Si bien la gran mayoría del público sibarita asocia al vino como un producto noble, que se toma solo, sin hielo ni soda ni ninguna otra bebida mixeada, también es muy cierto afirmar que prestigiosos cócteles del mundo tienen al vino como ingrediente fundamental. Así, pensamos en el siempre eterno Vermut, que ha engalanado las mesas de los restaurantes en los años ochenta y en nuestros días tiene su merecido “bis”.
Los tragos preparados con vino son estupendos aperitivos y ayudan a reducir el consumo de alcohol durante una comida. Si de frutas y variedades uva se trata, el Chardonnay va de la mano del durazno, el Sauvginon Blanc se entiende con el pomelo, el Torrontés con la pera, el Pinot Noir con frutos del bosque y el Malbec con las moras y un sinfín de frutos rojos que suelen amalgamarse en los cócteles.
Tomá papel, lápiz y anotate algunos drinks para disfrutar en buena compañía, un muy refrescante fin de año.
Clericó
Clásico de clásicos. ¿Quién no ha disfrutado alguna vez este trago que nos hace revivir momentos entre amigos? Hoy, asistimos al “revival” de este refresco infaltable en las barras de los años ochenta. Su elaboración es simple vino combinado con frutas de estación.
Idealmente, aconsejamos un blanco (Torrontés, Viognier o Blend de Uvas Blancas), sin paso por barrica, ágil y fácil de beber. Asimismo, los rosados son súper versátiles y se entienden muy bien con las frutas. De Pinot Noir, Malbec o Merlot, nuestros consejos a la hora de la elección.
Ingredientes
- Frutas de estación a elección (manzanas, peras, frutillas, bananas, uvas, naranjas, kiwis, duraznos, ananá, cerezas, guindas, entre otras).
- Azúcar
- Vino blanco o rosé
- Hojas de menta fresca
Preparación: Pelar y cortar todas las frutas en cubos de tamaño similar. Colocar las frutas en una jarra de vidrio de dos litros. Agregar el vino. Si lo deseas, incorporar azúcar, evitando un exceso, pues la fruta aporta suficiente dulzor. Mezclar con una cuchara de madera y llevar a la heladera unas horas para que se integren bien los sabores. Retirar de la heladera y agregar unas hojitas de menta. Con la ayuda de un cucharón, servir en vasos de trago largo. Consumir el clericó bien frío.
Frutas sugeridas: Se recomienda incorporar tres tipos de frutas diferentes para un fresquísimo clericó. La variedad aporta color, pero los sabores pueden uniformarse en la diversidad. Lo mejor es que elijas 4 o 5 frutas de estación y las combines a gusto, experimentando con diferentes vinos en cada circunstancia. Además de vinos blancos secos y rosados, puede prepararse con vinos dulces y espumantes. Aconsejamos alternar diferentes ingredientes, hasta encontrar la receta que más se adapte a tu preferencia palatina.
Sangría
Simple, fácil y rica. Así es esta bebida que se compone de vino tinto y frutas. Si bien no hay una historia oficial sobre el origen de esta bebida, se cree que su invención nos lleva a tiempos antiquísimos, en épocas en las que los vinos eran endulzados con frutas. Su nombre se relaciona con el color del vino, ya que se asemeja al color de la sangre.
Existen infinitas versiones de esta bebida, debido a la gran variedad de frutas, licores, refrescos y otros ingredientes que se pueden utilizar. ¡Importante! El vino es la base indiscutida.
En general, la sangría se elabora en una jarra grande de vidrio, ya que es parecido a un ponche de frutas y es para que se puedan observar fácilmente todos los ingredientes.
Ingredientes
- 1 botella de vino tinto 750 ml
- 1 durazno en cubos
- 1 manzana en cubos
- 2 tazas jugo de naranja recién exprimido
- 1 cucharada jugo de limón
- 1 varita de canela
- 1 naranja cortada a la mitad y, luego, en rebanadas
- 2 cucharadas azúcar
- Agua mineral o refresco de limón o naranja
Instrucciones: Hacer un jarabe simple: incorporar 2 cucharadas agua hirviendo o caliente con el azúcar, y mezclar bien hasta que se disuelva por completo.
En una jarra, vaciar el vino. Agregar el jugo de naranja, jugo de limón, durazno, manzana, naranja, canela y el jarabe simple.
Mezclar bien y dejar reposar por 2 horas fuera de la heladera. Esto ayuda a que los sabores se integren. Dejar reposar en el refrigerador para evitar que la fruta se fermente. Servir con hielos y, si lo deseas, agregar agua mineral o refresco de naranja, mandarina o limón al servir. De este modo, la sangría será más ligera y le dará un sabor muy rico.
Ponche de duraznos
Es un trago ideal para preparar con un fresco, frutado y ligero Sauvignon Blanc, Torrontés o Viognier. En general, se elabora en una ponchera con vino blanco seco, duraznos en almíbar y, si hace falta dulzor, se agrega azúcar. Es simple, rico y “peligrosamente” fácil de beber. Clásico findeañero.
Ingredientes
- ½ botella de vino blanco (nuestro sugerido es Sauvignon Blanc)
- ½ taza de azúcar
- 1taza de duraznos en almíbar cortados en cubitos, colados
- ½ taza del almíbar
- 1botella de espumoso
Instrucciones
Refrigerar el espumoso (4 a 6 grados). En un tazón o botella, agregar el durazno cortado, el jugo de almíbar, el azúcar, el vino blanco y el espumoso ya a su temperatura indicada. Mezclar muy bien todos los ingredientes y refrigerar por una hora. Decorar con una rueda de limón, naranja o lima.
Servir bien frío. Colocar cucharitas en las copas o vasos para las frutas.
Como verás, las opciones se multiplican para calmar el rigor de las temperaturas elevadas con un rico cóctel a base de vino. En el patio, la terraza, a la orilla del mar o al lado de la piscina, disfrutá de una bebida fresca que pisa fuerte en las celebraciones findeañeras.