¿Cómo elegir las copas para navidad?

Llegan las Fiestas y queremos que nuestra mesa familiar luzca impecable. De la mantelería a las vajillas y los platos seleccionados para la ocasión, nos preparamos para vivir un momento muy sentido junto a los seres más queridos. Entre tantos detalles a tener en cuenta, uno de los más salientes es la elección de las copas para navidad.

Si serán anfitrión en Nochebuena, desde BordeRío les compartimos algunos consejos infalibles para el más atinado de los brindis. ¡La mesa se verá espléndida!

Cantidad y orden

Tengamos en cuenta que en esta celebración findeañera, el ceremonial y protocolo es protagonista principal para los dueños de casa que recibirán a sus invitados. Y la calidad y estilo de las copas, para hacer “chin chin”, marcarán un gran diferencial.

En primer lugar, es importante recalcar que no debemos “inundar” la mesa de copas. Nos podemos marear y confundir con tanta cristalería. Nuestro consejo es que coloquen las copas frente al plato o levemente hacia la derecha para no perjudicar la visión del resto de los comensales.

En relación al orden, vayamos por lo que nos indica la tradición: copa o vaso de agua, copa de vino tinto, copa de vino blanco y, pensando en la hora del brindis a la medianoche, copa de vino espumante. Si bien no hay una regla fija, recomendamos acomodarlas por orden de servicio o según el tamaño que tengan las copas.

¿Qué pasa si bebemos un solo vino? En este caso, pondremos en la mesa dos copas, es decir, una para el vino y otra para el agua.

Diferentes tipos de vino

Otro tema importante (viejo consejo de sommelier) es si queremos servir diferentes tipos de vino para maridar con cada plato del menú. En ese caso, necesitamos tantas copas como platos diferentes que degustemos. ¡Para cada paso gastronómico, una copa distinta! Si la idea es esta, colocaremos las copas en una hilera recta.

A tono con esto (créanme que no soy obsesivo), es fundamental tener copas diferentes para vinos blancos, rosados y tintos.

Para los blancos, la copa tiene que ser un poco más pequeña y estrecha que la del tinto. El objetivo es mantener bien concentrados la infinita paleta de aromas y propiciar que el vino se mantenga frío durante un buen tiempo (recordemos servir los vinos blancos a una temperatura entre 8 y 10 grados). ¡Ah! El tallo será más largo y esbelto, y a la hora del servicio, recuerden no sobrepasar la línea del Ecuador de la copa (la mitad). Esto aplica para todos los vinos.

Generalmente, en Nochebuena y Navidad hace calor y nos dan ganas de beber rosados. Si nos inclinamos por un fresco, frutado y ágil rosé, la copa debería tener un tamaño levemente mayor que la del vino blanco y más abierta en el borde para sentir mejor sus características organolépticas. Recuerden que un rosado se bebe a la misma temperatura de un blanco, pero se sirve después, pues tiene taninos.

A la hora de los tintos, utilizaremos una copa ancha de cavidad abombada, estilo Bordelesa o Borgoñesa. Aquí, lo ideal es tomar despacio, paso a paso, pues tendremos más complejidad, sofisticación y robustez. Aconsejamos llenar la tercera parte de la capacidad de la copa. Sí, ya hemos pasado al tinto y nuestro cuerpo lo sabe.

Por último (y aclarando que entre copa y copa de vino, es fundamental tomar una copa de agua, para catar y apreciar un vino de la mejor manera posible), les brindaremos unos últimos requisitos determinantes para no fallar en el intento.

Más tips para tu mesa navideña

Las copas de vino deben ser finas y transparentes. De este modo, vamos a apreciar atinadamente el color y la nobleza del vino. Si una copa es gruesa, la sensación al contacto con los labios no será agradable (si no me cree, haga la prueba).

Por otra parte, tome siempre la copa del tallo o pie. Este tiene que ser largo, afín de poder sujetarla con firmeza y seguridad. Si agarramos la copa por el cáliz, no solo la ensuciaremos, sino que calentaremos el vino y, además, confundiremos las notas organolépticas con nuestro propio perfume.

Por último, el tamaño de la copa tendrá influencia directa en la intensidad y calidad con la que se perciben los aromas y el diseño y la forma en las variedades de uva para la que ha sido especialmente diseñada.

¿Ya están preparados para ser los mejores anfitriones en Navidad? Esperamos que estos consejos hayan sido de utilidad y brinden con las mejores copas junto a las personas que más quieren. ¡Desde Bodega BordeRío, les deseamos muy Felices Fiestas y hasta nuestro próximo encuentro!

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