El mundo de las burbujas es fascinante. Entendido siempre con responsabilidad y moderación, desde el descorche de la botella nos invita a adentrarnos en un perfecto mix de sofisticación, elegancia y fineza.
En la Argentina, la evolución de los espumosos en el último decenio ha sido notable. Cada vez más y mejores productos copan las góndolas de vinotecas y espacios especializados. Secos, semisecos o dulces, hoy son muy buscados por los curiosos paladares sibaritas, que dejaron de lado el consumo estacional para incorporarlo en maridajes cotidianos.
De todos modos, aún hay cierto desconocimiento en relación a los variopintos tipos de espumosos que encontramos en el mercado y es fundamental poder diferenciarlos para saber qué estamos tomando y cuál sería su partener gastronómico ideal.
Sin repetir y sin soplar, estilo ABC o Guía Práctica, según la según resolución C6-2013 del Instituto Nacional de Vitivinicultura, definimos las siguientes categorías comerciales, de acuerdo al contenido de azúcar:
NATURE: Menos de 3 gr/litro.
BRUT NATURE: Entre 3 y 7 gr/litro.
EXTRA BRUT: Entre 7 y 11gr/litro.
BRUT: Entre 11 y 15 gr/litro.
DEMI SEC: Entre 15 y 40 gr/litro.
DULCE: Entre 40 y 60 gr/litro.
EXTRA DULCE: Más de 60gr/litro.
La adición del denominado licor de expedición (secreto del enólogo) será determinante para regular los gramos de azúcar por litro. Aquí, hemos delineado, con precisión, de menor a mayor dulzor, las categorías que encontramos en nuestro país.
En términos generales, los espumosos dulces son más frutados, mientras que los secos (Nature y Brut Nature) tienen mayor presencia de levaduras (sensaciones de pan tostado) en el paladar.
Dos estilos: Champenoise o Charmat
A su vez, distinguimos espumosos que atesoran mayor complejidad y otros que, por el contrario, se lucen por su frescura y agilidad a la hora de beberse.
Por un lado, los espumosos elaborados bajo el Método Champenoise o Tradicional, ha tenido su segunda fermentación en botellas. Ello le confiere al líquido un muy buen volumen, dándole estructura y gran peso en boca.
Por otro lado, las burbujas que nacieron del Método Charmat (segunda fermentación en tanques) sobresalen por sus notas frutales, florales y ligereza.
Son dos estilos súper diferentes, que se adaptan a diversas circunstancias. No hay ni mejores ni peores. Lo importante es poder distinguirlos y comprender que tienen características especiales.
Ambos métodos pueden ir de la categoría Nature a la Extra Dulce. Las categorías comerciales son indistintas a la toma de espuma (segunda fermentación que genera las burbujas).
En definitiva, las opciones son múltiples y queda en usted, querido lector, disfrutar una copa de la que más le guste, en la mejor compañía. ¡Salud!