Descubrimos las características de los racimos de uvas más destacados de nuestra viticultura.
Cuando bebemos un vino, hablamos de sus características organolépticas, sus notas florales, frutadas o especiadas, su final corto o prolongado y las sensaciones táctiles combinadas con el retrogusto.
Sin embargo, pocos se preguntan cómo son los racimos de las uvas que disfrutamos, luego, en vinos que engalanan nuestras mesas. ¿Cómo son en el viñedo el Malbec, el Cabernet Sauvignon o el Chardonnay? ¿Cómo es su follaje? ¿Cómo es la maduración?
A continuación, un ABC para entender las plantas que nos emocionarán en cada sorbo que demos con placer sibarita.
Chardonnay
La reina de las cepas blancas presenta en la viña una hoja entera, de seno peciolar frecuentemente rasante, muy poco plegada, mediana, de color verde lustrosa y de ampollado fino. El racimo es pequeño, de forma bien llena a compacta y el grano es amarillo-dorado, esferoide y minúsculo. De ciclo madurativo temprano, se adapta a todos los suelos, desde que no sean excesivamente húmedos.
Cabernet Sauvignon
La reina de las tintas vislumbra en el viñedo una hoja de tamaño medio, está compuesta por 3-5 lóbulos ligeramente superpuestos, con una disposición del seno peciolar en forma de U. Las bayas son pequeñas, de sección circular, con epidermis azulada, muy oscura y hollejo muy grueso. Con pulpa ligeramente coloreada en maduración, dura y jugosa, atesora un sabor herbáceo intenso. Es un cepaje bastante vigoroso y de brotación medio-tardía.
Sauvignon Blanc
Sobresale por su hoja contorsionada, mediana, orbicular con intenso ampollado, intensa telaraña y dientes convexos. Dato importante: es una planta resistente al frío. Tiene brotación temprana. El racimo es de tamaño mediano y forma cilíndrica. Los granos son de tamaño mediano, forma redonda y color amarillo-dorado.
Malbec
El emblema nacional tiene, entre las vides, hojas medianas, orbiculares y cuneiformes, enteras y trilobadas, de color verde oscuro. El racimo es mediano, cónico mediano, suelto a lleno, baya mediana, negra azulada de pulpa blanda. Es una cepa de alto vigor y de maduración media.
Torrontés Riojano
Calificado como el de mayor calidad enológica, es el que tiene mayor difusión en el encepado local, dando los mejores vinos regionales. Es óptimo para la elaboración de vinos aromáticos. Esta variedad se adapta muy bien a todas las zonas y es el más cultivado en el país (principalmente en la región noroeste). Se ha constituido en la variedad blanca emblemática de Argentina. Se caracteriza ampelográficamente por sus hojas grandes, contorsionadas, gruesas, con abundante lanosidad en la faz inferior. Sus racimos son grandes, de bayas esféricas, amarillo doradas, con una tonalidad característica y de un perfume peculiar.
Tannat
Esta uva que da vinos intensos, en el viñedo muestra bayas de tamaño pequeño a mediano, hollejo fino, de color rojo violeta oscuro a negro azulado y de pulpa jugosa, con sabor herbáceo. Es un cepaje vigoroso y muy productivo. Tiene un desborre mediano y una maduración de estación media.
Viognier
De hoja orbicular, trilobada o pentalobada con seno peciolar en U abierto o poco abierto. La superficie inferior presenta un ligero indumento. El racimo es medianamente pequeño, su tronco-cónico (a veces alado), con tendencia a compacto. El grano es minúsculo, esferoidal con hollejo espeso. La pulpa es de sabor aromático. Poco resistente a las enfermedades y de difícil cultivo. Se lleva mejor con las zonas cálidas. La producción en comparación de otras variedades de vid son escazas debido a la baja producción y a la resistencia a enfermedades. Su ciclo madurativo es medio temprano.
Cabernet Franc
De hoja verde oscura pentalobalada, poco abierto ligeramente superpuestos. Las bayas son pequeñas, con epidermis negro azulada y hollejo grueso. Con pulpa no pigmentada, blanda y muy jugosa, tiene un sabor herbáceo característico. Las plantas son vigorosas y su maduración es de media estación. Por ello, tolera los fríos, si bien se adapta mejor a climas cálidos.
Riesling
Presenta una hoja orbicular, mediana a entera o poco trilobada, de seno peciolar en “V”, punto peciolar rosado y pecíolo intensamente coloreado. La baya es pequeña, uniforme de color verde amarilla, con piel gruesa. Su pulpa es blanda, suculenta y de alto rendimiento en el prensado. Necesita podas intensas para tener los racimos muy aireados (susceptible a la podredumbre) y poco sensible al fríos de primavera, pues es de brotación media a tardía.
Merlot
Tiene una hoja grande compuesta por 5 lóbulos bien diferenciados ligeramente superpuestos y de forma pentagonal. De racimos medianos y cónicos, las bayas son pequeñas, esferoides, negro azuladas. Precisa climas frescos y poco calurosos, ya que en estos pierde pronto su acidez y su equilibrio tánico. Madura relativamente pronto.
Semillón
Exhibe una hoja contorsionada, revolutada y levemente pentalobada. Las bayas son de tamaño medio bastante uniformes, con hollejo fino muy sensible a las heridas por rozamiento y a la podredumbre. Con pulpa blanda y muy jugosa. Es una planta de buen vigor y elevada productividad, de desborre precoz y maduración tardía.
Syrah.
De hoja medio-grande con 5 lóbulos bien diferenciados en forma de pentágono. El peciolo es corto y su seno tiene forma de U abierta. De granos uniformes, las plantas son muy vigorosas, de piel fina pero resistente. Con desborre de media estación a tardío y maduración precoz. Se adapta mejor a zonas cálidas.