Cuando se trata del maridaje de vinos, el cielo es el límite. Sin embargo, está claro que hay combinaciones que ayudan a potenciar sabores y tener una experiencia enogastronómica superior.
“No hay nada mejor que un buen asado para un tinto”. Esta frase, tradicional, emblemática y muy vigente, simboliza uno de los clásicos maridajes argentinos. Carne a las brasas con un enjundioso Malbec, Cabernet Sauvignon, Bonarda, Merlot o algún cepaje tinto acertado, es uno de los must a la hora de la combinación de vinos y comidas.
Sin embargo, según sus características organolépticas específicas, los tintos pueden entenderse de maravillas con otras elaboraciones. A continuación, proponemos un Top 10 de maridaje de vinos tintos y platos ideales para deleitar al paladar.
10- Syrah y cordero
Imbatible combinación. El cordero es una carne contundente, con profunda intensidad de sabor y necesita imperiosamente de un varietal con personalidad, carácter, buena carga tánica y notas especiadas.
Si el Syrah tuvo paso por barricas, desarrollará probablemente notas animales, de cuero y chocolate. Ello le dará mayor estructura, lo que es perfecto para una carne robusta, que jamás pasa desapercibida.
Otras cepas recomendadas son Tannat, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon o Cabernet Franc.
9- Malbec y tira de asado
Símbolo inequívoco de los paladares locales. Una rica tira de asado va de la mano de un Malbec elegante, tomable y con las clásicas notas de frutos rojos. Si tiene crianza en roble, con sutiles notas de vainilla, realzará el sabor del corte cárnico favorito de los argentinos.
También podemos optar por un refinado Merlot o Cabernet Sauvignon de cuerpo medio, a tono con las características de la comida.
8- Pinot Noir y salmón
Considerada por los expertos vinófilos como la “blanca de las tintas”, la Pinot Noir es, sin duda, la uva más romántica y delicada del universo tinto.
Se suele decir que es muy liviana para las carnes más robustas y que prefiere alternativas más magras, como ciertos cortes de carnes roja (lomo) o de cerdo (solomillo).
En este caso, la propuesta seleccionada es con pescados. En general, los vinos de Pinot Noir son ligeros, frescos, frutados, con leve presencia tánica, lo que permite que vaya de maravillas con pescados de buen tenor graso como el salmón. Nuestra receta favorita es hacerlo a las leñas con hierbas. Un verdadero deleite.
7- Bonarda y guiso de lentejas
Típico maridaje de vinos de épocas patrias. La Bonarda, cepa que hemos adoptado como propia, con su frutosidad, concentración de color y sabores, se entiende muy bien con el tradicional guiso de lentejas, calórico y siempre contundente.
Es una combinación muy invernal, indicada para darle calor al cuerpo y hacerle frente a las bajas temperaturas, como las del mes de agosto en el hemisferio sur.
Por supuesto, un típico Malbec o Cabernet Sauvignon serán compañeros fabulosos para todo tipo de guisados, locros o propuestas a base de legumbres.
6- Cabernet Franc y sorrentinos a la bolognesa
Para esta pasta con intensidad de sabor y textura envolvente, necesitamos un vino con cuerpo, seductor, de taninos firmes y redondos, que estén a la altura de las circunstancias.
Aquí, un Cabernet Franc sofisticado, con marcada tipicidad verietal (notas especiadas, mentoladas, frutos negros) y un sutil paso por barricas, será el compañero atinado para el plato con tintes italianos, que está muy presente en nuestras mesas dominicales.
5- Malbec y empanadas de carne cortada a cuchillo
Bien nuestro es este maridaje de vinos, que suele estar presente en cualquier celebración entre amigos, reuniones familiares o encuentros campestres.
He aquí un tándem que se entiende de memoria entre una elaboración con marcados tintes criollos y nuestro varietal insignia, versátil a la hora de combinar con diferentes comidas, un buen Malbec.
Si queremos salir de lo tradicional, podemos optar por un Sangiovesse o Tempranillo de cuerpo medio, que ensamblarán estupendamente con las empanadas.
4- Malbec y vegetales
¿El tinto puede ir con elaboraciones vegetarianas o veganas? ¡Por supuesto!
Zapallos, zanahorias, zucchinis, cebollas o morrones grillados son las alternativas indicadas para acompañar un Malbec joven, ligero y aromático. Los de maceración carbónica (estilo Beaujolais Nouveau), que están de moda en nuestro país, nos permitirán disfrutar del sabor de los vegetales.
3- Merlot y pollo grillado
Las carnes magras de sabor más liviano, como el pollo, se entenderán de memoria con variedades elegantes y refinadas como la Merlot. Símbolo de la viticultura bordelesa, esta uva es prestigiosa en todo el mundo por dar vinos de máxima elegancia, finura y equilibrio.
2- Pinot Noir y risotto de hongos
Lejos, de las mejores combinaciones. La nota terrosa y siempre compleja del Pinot pide un plato delicado, resaltado con las peculiares características de sotobosque que nos dan los hongos. Una de las combinaciones predilectas de los paladares sibaritas más exigentes.
1- Malbec y bife de chorizo
Cerramos la nota con un clásico que perdurará en estas tierras hasta el fin de los días. No hay nada más representativo que un jugoso y contundente bife de chorizo con un Malbec argentino con estirpe, personalidad y carácter marcado.
¿Ya decidiste cuál de estos maridajes de vinos es tu favorito? Recordá que podés crearlo fácilmente con los tintos de nuestra bodega.
¡Hasta la próxima semana!