A la hora de tomar empleados, es muy frecuente que las empresas contraten consultoras para concretar entrevistas. Otras lo hacen in house (en tiempos de pandemia picó en punta esta modalidad) y están aquellas instituciones que optan por hacer entrevistas en lugares muy particulares: en salones o restaurantes.
Aunque parezca extraño o ajeno, hay un nuevo y original método de reclutación. Se trata del test del vino, devenido en éxito principalmente en los Estados Unidos.
Es un sistema que busca analizar cómo el futuro empleado se desarrolla en un ambiente ameno y descontracturado. Charles Phillips, CEO de la empresa newyorkina Infor, es uno de los propulsores de este curioso método.
¿Cómo funciona el test del vino?
La dinámica del test del vino es la siguiente. El empresario lleva al candidato a ocupar el puesto laboral a comer a un determinado restaurante, junto a otros ejecutivos senior. El objetivo es ver cómo reacciona el postulante ante esta situación, más distendida que una reunión de oficina.
Lo más interesante de este método llega a la hora de pedir la carta de vinos. El candidato debe elegir una etiqueta de la lista. Según el CEO de Infor, en ese momento se puede detectar diferentes cualidades de la persona a contratar: desde su habilidad para fingir (o no) que es un gran conocedor de vinos, hasta el modo que utiliza para convencer a los demás de que su elección es la más atinada. También, observar cómo es su trato con el sommelier o camarero.
Todo ello es analizado por los responsables de la empresa, quienes evalúan la personalidad del candidato a partir de sus conocimientos sibaritas y tipos de comportamiento frente a las personas que están en servicio.
Por último, el postre también tendrá un papel preponderante. Una vez que todos ya hayan comido, los ejecutivos le piden al futuro empleado que cuente un chiste. De ese modo, se busca conocer su sentido del humor como así también su reacción ante una situación extraña.
¿Te animar a organizar o participar en este tipo de entrevista laborar? Sin dudas, es algo extraño para nuestras costumbres, pero sumamente innovador.
¡Hasta la próxima edición!