Sabido es que el maridaje combina platos y vinos de manera ensamblada, delicada. El objetivo de este tándem perfecto es que ambos productos potencien sus características organolépticas al unísono, siendo un verdadero deleite para los sentidos. Del término “matrimonio”, la finalidad del acuerdo enogastronómico es que ambas partes (sólida y líquida) se entiendan de memoria y se fusionen para dar lo mejor de sí.
Sin embargo, no todo termina aquí. Según estudios científicos realizados por la Universidad Heriot Watt de Edimburgo, encabezado por el psicólogo y profesor Adrian North, la música influye en el sabor del vino. Este se relaciona de manera directa con la Teoría Cognitiva, que sostiene que la música estimula áreas determinadas del cerebro. Somos seres asociadores y nos fascina asociar melodías con instantes, momentos inolvidables y, en definitiva, fusionarlos con otras percepciones.
De este modo, tenemos un tercer elemento (felizmente inesperado para numerosos paladares curiosos), que también realza virtudes y secretos de los mejores líquidos báquicos. Música y vino. Vino y música. Dos pasiones que se encuentran para disfrutar una experiencia memorable.
A modo de cierre de año y bienvenida del 2021, he aquí algunos consejos para acompañar los “chinchines” del 31 de diciembre con sonidos placenteros, que hacen enjundioso el sorbo de un buen brindis.
Música para los vinos tánicos
Si vamos a disfrutar una copa intensa de Cabernet Sauvignon, Tannat, Petit Verdot o Syrah, con buen cuerpo y prolongado paso por barricas, nuestra recomendación es acompañar con algún tema musical power, bien rockero, para potenciar la robustez de estos varietales con carácter, personalidad y óptimo potencial de guarda. Exponentes con esta notable estirpe necesitan un tema con intensidad como Don´t Stop me Now, de Queen, o Twist and Shout, de The Beatles.
Música para vinos sedosos
Si pensamos en variedades delicadas y refinadas como el Merlot y el Pinot Noir, nos inclinaremos por temas románticos. Estas variedades nobles, seductoras y atrapantes, nos hacen pensar en Just the way you are, de Barry White, o el siempre seductor tema musical Let’s get it on, de Marvin Gaye, dos clásicos de primera cita, aniversarios o momentos especiales en pareja.
Música para el varietal emblema, el Malbec
Nuestro simbólico Malbec, versátil, frutado, camaleónico y siempre listo para cualquier tipo de maridajes, necesita un buen jazz o blues, placentero y ameno. Nada mejor que llegar a casa, tras una intensa jornada laboral y ponernos un buen disco de estos géneros clásicos para disfrutar una copa de vino Malbec.
Música para un elegante Chardonnay
Nada mejor que una buena canción «pum para arriba», refrescante y con cierto estilo, de música disco o de los años ochenta. Sugerimos More than a Woman, canción tradicional de los Bee Gees, o el sofisticado tema Smooth Operator, de Sade. Fineza para los oídos y el paladar.
Música para fresquísimos blancos
Si pensamos en verano, en calor, en pileta, será ideal tomar un fresco Sauvignon Blanc, Torrontés, Tocai o Viognier, sin paso por barricas, en sintonía con una buena salsa, rumba o música descontracturada. Las notas tropicales de estos exponentes nos llevan directamente a la música centroamericana. La sugerencia es La Bilirrubina, de Juan Luis Guerra, un infalible en cualquier celebración estival.
Hemos repasado algunas óptimas combinaciones entre músicas y vinos. Alternativas que potenciarán nuestros estados de ánimo y nos invitarán, sin duda, a brindar por un gran 2021. ¡Hasta el año que viene!