Para regalar un vino no se necesitan más motivos que el deseo de hacerlo. Sin embargo, a lo largo del año hay celebraciones que maridan a la perfección con esta clase de obsequio. Precisamente, el Día del Amigo es una de ellas.
El 20 de julio se celebra en buena parte de Latinoamérica el Día del Amigo. Pero, el dato saliente es que en la Argentina se conmemora como en ninguna otra latitud. Sí, en estos pagos la amistad se vive de una manera muy especial.
Es por ello que en esa fecha las reservas de los restaurantes están sold out, las casas se llenan de amigos de toda la vida y los regalos se multiplican por doquier. Entre los obsequios más frecuentes, sin duda, están las botellas de vino.
Todos quieren homenajear esa amistad que tantas alegrías les brinda. Además, claro, quedar bien con esos “hermanos de la vida”. Por lo general, en estas ocasiones se suele dar como presente una etiqueta memorable, que merezca la pena ser descorchada en una ocasión especial.
La pregunta inevitable que surge es: ¿Cuál es el vino indicado para esa persona especial? ¿Qué tengo que tener en cuenta? Te damos la respuesta a continuación.
Regalar un vino a un amigo: ¿por dónde empezar?
En primer lugar, es fundamental conocer el gusto de tu amigo. Saber cómo es su paladar, qué estilo de vino disfruta y qué preferencias de regiones tiene, son datos determinantes.
Tengamos en cuenta que en la Argentina vínica actual hay un sinfín de marcas, bodegas, cepajes y terruños. Por ende, regalar un vino atinado es una cuestión estratégica, que implica un trabajo minucioso de selección.
Desde BordeRío, siempre recomendamos a nuestros lectores vinófilos comprar en una vinoteca o tienda especializada para tomar la decisión correcta. Allí te asesorarán de manera precisa y encontrarás personal idóneo y preparado para orientarte mejor.
Una vez en la vinoteca, dirás las características de la persona agasajada y el estilo de vino que disfruta en momentos especiales. Conocer en detalle las preferencias de tu amigo es un punto clave para no fallar en el intento.
Dime cómo es tu amigo y te diré qué vino prefiere
Está claro que existen amigos a los que podés regalar cualquier tipo de vino y lo recibirán con gusto. Estas personas valoran el simple hecho de recibir una botella. En estos casos, no hay forma de fallar, pero siempre es importante tomarse el tiempo para elegir el vino adecuado.
Dicho esto, ahora sí, hablemos de las preferencias usuales en función de las características de cada persona.
Vinos para amigos jóvenes
En general, si es alguien joven y descontracturado, las recomendaciones irán por los vinos frescos, frutados, florales y “peligrosamente” fáciles de beber. En cambio, cuando el paladar sibarita es más exigente y vamos avanzando en edad, las etiquetas clásicas suelen ser un éxito garantizando y, por lo tanto, la elección adecuada.
Vinos para aficionados
Por otra parte, si tu amigo es un aficionado que bebe vino diariamente, ya sea en compañía de su pareja, familiares o amigos íntimos, lo mejor será regalar un vino de cosecha reciente, fácil de interpretar y catar.
Estamos en presencia de un consumidor dinámico, que busca estar detrás de las novedades, por ello una buena decisión sería regalar un vino que responda a estas características.
Vinos para expertos
¡Qué decisión difícil cuando tenés que regalar un vino a un amigo especialista en la materia! ¿Cuál es el criterio que deberías considerar?
Recomendamos obsequiar una etiqueta muy valorada y reconocida a nivel local o internacional. Esto será muy apreciado por esta persona con tintes de experto.
Vinos para paladares con carácter
También entre tus mejores amigos podés tener paladares con mucho carácter y marcada personalidad ¿cuál sería la mejor elección en estos casos? Pues lo ideal es sorprenderlos con exponentes tintos robustos, sofisticados y con buen cuerpo.
Vinos para quienes prefieren cepajes exóticos
Además, están aquellos amigos que disfrutan vinos de regiones alternativas, etiquetas poco conocidas y cepajes exóticos. Aquí, podés indagar en las novedades salientes del mercado y tenés la posibilidad de “jugar” con propuestas totalmente innovadoras. Lo importante es que la relación precio-calidad sea óptima.
Vinos para amigos clásicos
Si tu amigo es un amante de las etiquetas clásicas y las cosechas memorables, tendrás que hacer un trabajo de hormiga para dar en el blanco. Este tipo de consumidor es muy exigente, rígido y no sale de lo clásico, tradicional o incluso marketinero. Por eso vas a tener que investigar bastante para dar en el blanco.
Vinos para coleccionistas
Además de todo lo que vimos hasta acá, existe esa clase de amigos que consideran al vino un bien preciado, de colección. En este caso, el diseño de las etiquetas tiene un peso específico y determinante.
Por ende, debes ir detrás de aquellas botellas vestidas con dibujos llamativos o tipografías vendedoras, que llamen la atención a simple vista.
En síntesis, es determinante tener en cuenta las características personales y preferencias del agasajado. Saber qué le gusta comer, cuál es su estética predilecta y en qué momentos o con qué compañía bebe una copa vino.
De esta manera, podrás elegir botellas especiales, añadas excepcionales, etiquetas distinguidas o terruños con significados intrínsecos. Así, lograrás regalar un vino de inmejorable calidad y sorprender a tus amigos.