“El vino nace en el viñedo”. Esta frase, contundente y real, simboliza el inicio del proceso de elaboración de la bebida más noble de todas. El vino viene de nuestra tierra, de nuestros múltiples suelos y climas ideales para el cultivo de la vid, planta que atesora un sinfín de curiosidades.
En primer lugar, a modo de dato particular, afirmamos que la vid es una planta trepadora. Es decir, si la dejásemos crecer sin conducirla ni direccionarla, su dimensión llegaría a alturas insospechadas. Por ello, hablamos de parrales o espalderos como sistemas de conducción de la vid.
Por otra parte, la vid pertenece al género de las vitáceas, siendo la vitis vinífera el subgénero apto para la producción de vinos. La vid da uvas, frutos maravillosos en formas de bayas.
¿Cómo es la planta de vid?
Tienen un tronco leñoso y retorcido, ramas nudosas y flexibles. En términos generales, podemos decir que se compone de:
Raíces
Son determinantes. La vid obtiene el agua y los nutrientes necesarios para su desarrollo, gracias a ellas. Las raíces, además, estabilizan la planta. Dato curioso: su crecimiento puede llegar a varios metros de profundidad en la tierra.
Tronco
Es el tallo principal, que da cuerpo y estructura a la vid. De aquí nacen los brazos o ramas principales.
Sarmientos
Son ramas flexibles y nudosas, que se desarrollar a partir de los brazos. En ellos, brotarán las hojas de la vid.
Pampanos
Simbolizan los nuevos brotes verdes, que cada año surgen en los sarmientos y amparan nuevas hojas, además de los frutos.
Zarcillos
Filamentos que se alojan en los pámpanos y se agarran a superficies para trepar y enredarse. De este modo, la vid seguirá creciendo en su búsqueda del sol.
Racimo
Conjunto de uvas que se sostiene de un tallo en el pámpano o sarmiento verde.
Curiosidades por doquier
Sigamos conociendo la vid, a partir de preguntas que, seguramente, querido lector, se habrá hecho en más de una oportunidad.
¿Cuántos años dura la planta de la vid?
Cuántas veces, habrán leído o escuchado que una bodega atesora vides de 80 o 100 años. ¿Tanto tiempo vive una vid? Puede ser, pero no siempre es así. El promedio de vida es de 50 años. Cuanto más envejece la planta, menos uva produce.
¿Cuándo empieza a dar uvas la vid?
Generalmente, entre tres y cuatro años hay que esperar. Todo aquel que sueñe con elaborar vinos, deberá aguardar este lapso de tiempo para empezar a vinificar.
¿Cuándo se planta la viña?
En el invierno hasta la primavera. Se recomienda que sea en los albores del invierno.
¿Cuántos tipos de vides hay?
Existen múltiples variedades de vides. La más común es la ya mencionada vitis vinífera, que procede del Mediterráneo europeo y es la ideal para elaborar vinos.
¿Cómo es el ciclo de maduración de la vid?
Las vides atraviesan una serie de fases en su proceso evulutivo, desde el más inicial, como la plantación hasta el final de la temporada con la caída de sus hojas. En el medio, se dan fenómenos muy interesantes.
Uno de los más tempraneros es la brotación de la vid, la germinación de los primeros tallos verdes y hojas. Una vez finalizada esta fase de crecimiento, se dará la floración y posterior cuajado, cuando las flores se abren para empezar a dar sus primeros frutos.
Allí viene el denominado envero, momento en que las uvas adquieren su color característico: violáceo en el caso de los tintos o amarillo en los blancos. Luego, viene el período de maduración, en la que los ácidos se reducen y los azúcares aumentas. A posteriori, será el momento de comenzar la vendimia.
Una buena variedad de vid y cuidados atinados serán fundamental para obtener un vino de primera calidad al finalizar todo el proceso de cultivo de la vid y elaboración del líquido báquico.
Existen muchas variedades de vid, cada una con características únicas que afectan el sabor y la calidad del vino producido. Para más detalles sobre las partes de la vid, incluyendo el pámpano y el sarmiento, visita nuestro artículo destacado sobre Qué vid: Diferencia entre pámpano y sarmiento.
